Translate

22 de diciembre de 2016

Solemos ser tan precisas que rara vez podemos llamarnos fortuna o casualidad, aunque tampoco nos guste definirnos demasiado, por eso de que no queremos limitarnos y así podemos ser cualquier cosa: amantes, compañeras, desconocidas con costumbre de follarse, animales en celo, sin celos, sinceras.
Si precisión nos fuese inherente, de seguro no podrían ser tus pantalones o mis bragas, porque esas tienen la costumbre de terminar en el suelo sin darse apenas cuenta.
Precisión tendría que ser algo así como tus manos bailando por mi espalda, mis dientes maltratando tu piel o nuestras lenguas conjugándose al mismo tiempo. Aunque a veces nuestra precisión no se ajusta a la realidad del resto, porque nosotras vemos por debajo de la ropa, escuchamos los colores y nos comunicamos mediante orgasmos.
Y por eso, hoy el parte meteorológico se ha confundido: tú has visto que daban nubes y claros, pero yo te aseguro que va a llover, que esta noche la luna se reflejará allí donde se nos moje la piel.
Tenemos las ideas bien claras y no confiamos en que nos llamen abstractas sólo por no concretarnos. Podríamos ser tan abstractas que utilizaríamos números y cifras y seguiríamos siendo comprensibles. ¿O acaso no da más que diga que te voy a poner a cuatro o a cien?
Te vas a correr entre mis piernas igual de forma hechizante y, para eso, no necesitamos querernos hasta el punto donde no puedes imaginarme con nadie más; basta sólo un poco de tiempo y entusiasmo, mis ganas de decirte que estás preciosa con tu mítica chupa de cuero, y cuando la chupas también, que se te ponen unos ojitos que encienden hasta el puto infierno.
Y así, hacerte imaginar que harías cualquier cosa que te pidiese sin importar lo perversas que lleguen a ser mis ideas. Quién sabe si quizá, en silencio, pronuncias esas palabras mientras deseas comerme por completa, insistiendo en hacerme enloquecer entre gemido y gemido ensordecedor.
No será por nuestra ninguna falta de costumbre de buscarnos a todas horas para meternos mano y mordernos tan fuerte que nos arrancamos a tiras la piel. Joder, ya estoy queriendo verte otra vez. ¿Me estás leyendo? Llámame y decidimos la hora y lugar de nuestro próximo encuentro.
-BlueMidnight

No hay comentarios:

Publicar un comentario